Agosto de 2507
He nacido en un mundo
en el cual está prohibido escribir
está prohibido soñar
está prohibido sentir.
No existe la tinta,
no existe el papel,
sólo existen mandatos horribles
y una vida que la muerte misma es.
Sólo aprendemos a leer
lo que esos tiranos nos dan
en sus piedras talladas,
en sus muros de cristal.
Soy un joven especial,
temerario ante la ley,
mi cuerpo está lleno de cortes,
de marcas está llena mi piel.
Y gracias a la roja sangre
mi ser acarrea anotaciones
que narran aventuras y acciones
repletas de amor y coraje.
La gente del pueblo me lee
todas las noches, antes de dormir,
y yo, con la punta de mi puñal-pluma,
silenciosamente,
les enseño a escribir।
CarlosSaldivar
sábado, 12 de enero de 2008
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